Cómo afecta la luz a nuestros colores favoritos

Es increíble cómo el mismo color tiene un aspecto totalmente diferente dependiendo de la luz que se refleje en él. La orientación de una habitación, la hora del día y si la luz es natural o artificial son factores que juegan un papel muy importante en el aspecto de un color sobre la pared. Si te acabas de cambiar de casa y estás valorando con qué colores pintar, echa un vistazo a esta práctica guía para escoger la pintura adecuada para la luz adecuada.

Son los espacios más fáciles de decorar. Suelen estar bañados por una delicada luz la mayor parte del día, así que les va bien casi todo.

Aprovecha la luz natural y opta por tonos pálidos que hagan rebotar la luz por la habitación, así darán luminosidad y sensación de espacio. Las tonalidades doradas aportan un efecto bronceado, mientras que los azules claros ofrecen un look frío y relajante.

Dicho esto, los tonos intensos y atrevidos quedan muy vivos con este tipo de luz. Si temes no escoger el tono adecuado, puedes obtener un pequeño anticipo de cómo quedará en tu pared con la aplicación Visualizer de Bruguer.

¿Qué pinturas elijo? Para un diseño en tonos pálidos, prueba Castaña o Azul bruma; si te apetece algo más atrevido prueba Fuente de rubí, Verde naufragio o Azul septentrional

Las habitaciones que son testigos de la salida del sol son las que tienen mayor variación de luz a lo largo del día. Al amanecer la luz tiene un ligero tinte rosado, que pasa rápidamente al azul a medida que avanza la mañana. Más tarde, cuando ya no hay sol, la habitación puede quedar en la penumbra.

Si quieres sacar el máximo partido de la habitación a cualquier hora del día, pinta las paredes de un azul o verde pálido: el espacio cobrará vida con el sol matutino y conservará la luminosidad por las tardes.

¿Qué pinturas elijo? Prueba Azul nube, Lluvia o Verde Helado

Este tipo de habitaciones suelen ser más frescas por las mañanas y más cálidas a última hora del día, así que elige amarillos alegres para crear un espacio luminoso y acogedor por las mañanas, o tonos más fríos para crear un sitio tranquilo en el que relajarte al final del día.

Los grises pálidos son un buen comodín. Siempre y cuando te alejes de los matices azules, darán sensación de calidez por las mañanas y de luminosidad y espacio por las tardes.

¿Qué pinturas elijo? Prueba Mostaza, Azul manantial o Lila aristócrata

Los espacios que no reciben mucha luz natural a lo largo del día corren el riesgo de ser un poco frescos, por eso es conveniente elegir tonos cálidos que eviten esa sensación de frío. Los naranjas tostados y los dorados intensos aportarán calidez a habitaciones con poca luz, al igual que los neutros con matices rojos.

¿Qué pinturas elijo? Prueba Sésamo, Almendra pálida o Berenjena.

1. Las bombillas amarillas y la luz de las velas son las que mejor resaltan los tonos cálidos como los rojos y los naranjas. De ahí que el rojo sea una opción tan popular para salones comedor, salas de televisión y otros espacios que suelen usarse por las noches.

2. Las bombillas blancas desprenden una luz que se asemeja a la luz del día, lo cual aumenta la versatilidad del color que elijas. Puedes escoger el grado de palidez o luminosidad que quieras, ya que los colores quedarán genial.

3. Las luces LED suelen desprender un brillo azulado que puedes compaginar con tonos pasteles fríos para obtener un look moderno, o contrarrestarlo con amarillos cálidos.

¿Qué pinturas elijo? Prueba Rojo Carruajes para bombillas amarillas, Verde Paraíso para bombillas blancas y Terciopelo Lila o Amarillo Trigo para luces LED.

Mejor consejo

Una vez que hayas elegido el color, haz una prueba en la habitación pintándolo en un papel A4, o en la pared, para ver cómo queda a diferentes horas del día bajo diferentes tipos de luz.